30 de mayo de 2023
Guego, así cariñosamente le llamábamos, fue más que un vecino ejemplar, fue un faro de luz en nuestras vidas. Su manera de vivir, siempre centrada en el bienestar de los demás, nos inspiró a ser mejores personas cada día. Su inquebrantable fe en la religión católica era palpable en cada acción, en cada palabra y en cada gesto de amor que prodigaba a quienes lo rodeaban. Siempre dispuesto a tender una mano, ofrecer una sonrisa o escuchar con atención, Guego irradiaba bondad y compasión. Su presencia en nuestra comunidad era reconfortante, y su ausencia deja un vacío difícil de llenar. Hoy nos despedimos de un auténtico ejemplo de vida, pero su legado perdurará en nuestras mentes y corazones. Recordaremos a Guego como un ser humano excepcional, cuya vida nos enseñó el verdadero significado de la humildad, la solidaridad y la serenidad. Que su alma descanse en paz y que su memoria nos inspire a seguir sus pasos, cultivando la bondad y la fe en nuestro camino.
